divendres, 25 de juliol del 2014

 LA BUFETADA

Si sou dels nostàlgics que veieu les reposicions del 'Verano Azul' i encara més si teniu l'ocasió de gaudir d'aquesta sèrie amb els vostres fills segurament haureu vist el capítol de La bofetada, un dels meus favorits.

Adolescents per la carretera, en bici i sense casc!
Eren els 80. Font: Internet
Verano Azul tenia la màgia de tractar temes reals, dels problemes i preguntes que passaven pel cap de qualsevol adolescent de l'època. Molt lluny (i perdoneu que doni el 'latazo' nostàlgic) d'aquestes sèries d'avui en dia per adolescents, plenes de personatges de plàstic que ni pensen ni es qüestionen res.

La bofetada va, com podeu imaginar, d'un conflicte pare-fill (vigileu: spoiler). El pare d'un dels adolescents de 'la pandilla' (Javi) el fa acompanyar-lo a  casa d'una família molt adinerada. L'objectiu de la visita és fer bona impressió i caure molt bé per tal d'aconseguir l'adjudicació d'un negoci. Pare i mare s'hi esforcen per 'fer-los la rosca' als rics tan com els és possible, però diguem-ne que el Javi... no està tan per causar bona impressió i acaba avergonyint el seu pare, qui al seu torn li dóna una bufetada.

Els pares de Verano Azul. Font: Internet
No us diré com segueix el capítol però sí que us faré recordar una escena que sempre m'ha cridat molt l'atenció. El pare del Javi parla amb un amic del que ha passat, i es lamenta del que ha vist a la cara del seu fill quan li ha pegat: més o menys diu que el seu fill no s'ha queixat, no ha dit res,... només m'ha mirat amb despreci.

Una de les coses als que els pares tenim més por (o hauríem de tenir més por) és a aquesta mirada de despreci dels nostres fills. Programats per 'aconseguir que els nens ens obeeixin', bé a la manera antiga ('porque soy tu padre') o bé a la moderna (mètodes conductuals diversos), algú s'ha deixat d'explicar-nos als pares de totes les generacions què és realment això de l'autoritat. I així, generació rera generació, es van repetint aquests 'conflictes generacionals' en una mida que va força més enllà del que seria normal i inevitable.

L'autoritat és la única cosa que fa que els fills ens facin (una mica) de cas, la única manera que confiïn en nosaltres. I l'autoritat ni s'imposa, ni s'aconsegueix amb teràpies conductuals. L'autoritat ve d'escoltar, de tenir una conducta irreprotxable, de saber reconèixer els errors i ser sincers.
Carlos González. El meu escriptor favorit sobre educació
infantil. Font: Internet

Us deixo aquesta cita del llibre Bésame Mucho, del pediatra Carlos González. Si teniu fills, és la
lectura més assenyada i útil que us puc recomanar:

No, cuando cedemos, cuando negociamos, cuando reconocemos nuestros errores, no perdemos el respeto de nuestros hijos. Antes bien, es cuando más lo ganamos.

14 comentaris:

  1. Me parece perfecto este artículo y muy apropiado para esta época en la que padres e hijos conviven más tiempo juntos que nunca. Y también aparecen más roces y conflictos, más posibilidades de perder los nervios... el propio control, que tan precariamente mantenemos no pocas veces.
    ¿Sabes cómo me entero yo por aquí de que ha llegado el verano? Cuando en la carretera me para un marroquí para preguntarme por el camino de Burgos, y cuando me cruzo con algunos camiones cuyo chófer lleva por compañero a un niño.
    Bona nit!

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    1. ¿Y por qué van los marroquíes a Burgos? Por aquí en verano hacen el camino hacia Algeciras. En la provincia de Tarragona puedes ver indicaciones en árabe (las que indican la dirección a Alicante).
      Lo del camión es lo clásico de llevar los niños al trabajo... si se puede es bonito: ellos ven cómo trabajas, y no como habitualmente, que cada uno está en su mundo separado. Saludos!

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    2. No van, pero es la referencia que suelen dar para seguir hacia Madrid y luego a Algeciras. Hace poco tiempo se ha mejorado, pero aunque hay ruta directa Irún- Madrid, en San Sebastián es fácil perderse y llegar a Bilbao, y aquí tomar la ruta hacia Vitoria-Burgos tampoco era nada fácil, así que todos los años te encontrabas con unos cuantos marroquíes perdidos camino de Santander. Imagínate qué gracia en un viaje tan largo en el que todavía les falta pasar toda España, y todo,por las deficientes señales de orientación que, por aquí, aún no he visto con indicaciones en árabe, me parece que en Álava ya hay alguna, y más al sur en todas las provincias pero aquí no las he visto.
      Lo del camión es bonito, sí, y los niños siempre parecen muy felices, pero cada vez se ve menos porque los camioneros autónomos en rutas nacionales están desapareciendo.
      ¡Saludos!

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    3. Pues es una lástima lo de los camioneros. Pero es como todo, cada vez más está todo en manos de unas pocas grandes empresas. En fin, saludos!

      Elisa.

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    4. Así es, y esa es la causa. Además, normalmente, a esas grandes empresas les importa un comino la formación de los conductores, todo está asegurado, los camiones son de renting... ¡Que se aparten que voy y tira millas! Un desastre.
      ¡Saludos!

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    5. Pues sí, antes en cualquier negocio o comercio hablabas directamente con el propietario y ahora todo son multinacionales con empleados... No tiene gracia. Por eso me encantan sitios como el mercado, como antes, donde puedes hablar directamente con el amo/a del negocio. Saludos!

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    6. Tienes razón. Yo también prefiero ese trato directo, desde luego.
      ¡Saludos!

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    7. Me ha encantado este artículo del blog porque me trae recuerdos de aquella serie maravillosa que era Verano azul. Precioso artículo en tu blog y un abrazo desde Asturias para ti y los tuyos.

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    8. Ostras, Joaquín! Que ilusión tu comentario. Lo he visto ahora, por casualidad, cuando miraba tu blog, concretamente la entrada sobre la nutria. Qué maravilla!

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  2. Muchas gracias por tu visita y tus ánimos. Saludos!

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  3. ¡Hola, Elisa!!!

    Que bella e importante lección nos dejas en este post, Elisa: bueno, todo lo que pasa por tu mano es importante.
    Mi hijos ya están criados y situados, ya tienen su propia vida y sus hijos.
    Eran otros tempos cuando había que lidiar con ellos, lidiar creo que no es la palabra correcta?... pero me entiendes verdad? Eran y siguen siendo a Dios gracias y a la vida, cinco. Y aunque salieron estupendos, yo siempre digo que lo mejor que me ha podido pasar en mi vida, es tenerlos; pero no fue un camino de rosas para educarlos y llevarlos siempre "de la mano" para llegar a buen puerto. Estoy de cuerdo que los chicos deben saber "quien manda" pero al mismo tiempo darles un margen de confianza, hay que saber ser padres y amigos a la vez, como suele decirse una de cal y otra de arena: Y no es bueno darles tampoco todo hecho ellos deben saber que las cosas no las regalan nadie, pues luego después no valoran lo que tienen. De todas formas, hoy lo tienen complicado los padres jóvenes pues con tanta libertad que hay, ya se vuelve la cosa en libertinaje, y si ven en sus progenitores un poco de flojedad... Ya se ponen las cosas complicadas. Creo que lo mejor es hablar mucho con los hijos, para que ellos vean que pueden confiar en sus padres, de lo contrario lo que hacen es confiarle a sus amigos, sus cosas y eso puede llevar al chico por caminos no deseables.
    Sobre esto queda mocho que hablar.

    Aconsejaré ese libro a alguno de mis hijos.
    Ha sido un inmenso placer pasar por tu casa y empaparme de esta lectura.
    Te dejo mi gratitud y mi estima siempre.
    Un abrazo y se muy muy feliz.

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    1. Hola Marina:

      Muchas gracias por tu tan acertado comentario... Y das en el clavo en lo de hablar. ¿Qué necesita tanto un niño como un joven como cualquier persona de cualquier edad? Sentirse escuchado. Ese es el puente hacia ellos. Ni broncas ni permisividades ni ninguna 'técnica educacional' es tan efectiva como lo más simple, amoroso y evidente: escuchar.
      Un abrazo!

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